La catedral de
Saint-Jean-Baptiste-Saint-Etienne, más conocidad como Catedral de Saint Jean
está situada en el corazón del barrio histórico de Vieux Lyon. Fundada por
Saint Pothin et Saint Irénée, ambos discípulos de Saint Polycarpe de Smyrne,
discípulo de Saint Jean, la comunidad cristiana de Lyon ha estado santificada
muy pronto con la sangre de los primeros mártires de la Galia romana. Después
del siglo quinto, dicha comunidad promovió la edificación de varias iglesias en
las riveras del Saona.
Lo que llevó en el s. XII
a erigir la actual catedral de Saint Jean. Antes recordemos las principales
funciones de este monumento:
La catedral
es la iglesia del Arzobispo. La diócesis de Lyon cuenta con 135 obispos desde
su fundación. Dicho arzobispado es conocido como el Primado de las Galias (como
ya se comentó en anteriores entradas), por lo que la catedral ostenta el título
de Primacial de las Galias.
La catedral
es un lugar de rezo habitual, de los barrios Saint Jean y Saint Georges,
primeros en ser inscritos como Patrimonio de la humanidad de la UNESCO.
Evidentemente, la
construcción de este edificio llevó varios años como es de esperar, comenzando
a principios del s. XII y terminando a finales del s. XV, hito que fue sucedido
por diversas remodelaciones y restauraciones por desperfectos, como las
vidrieras, en sucesivas guerras (tropas calvinistas) o simplemente el paso del
tiempo.
La restauración de la
Catedral, entre 1845 y 1861, por Tony Desjardins parte de la idea de terminar la
idea original para el edificio, inacabada por los constructores del siglo XV,
mediante la elevación de la cubierta, la construcción de las agujas de las
torres orientales y el diseño de una nueva decoración interior. Estas
intervenciones tienen por objeto dotar al edificio del estilo clásico reinante
en la Ile-de-France, Paris.
En fin, la historia de la
catedral es evidentemente más extensa y más densa que estas cuatro líneas, pero
la idea es coger una idea general, y no aburrir con datos que se extienden
durante casi 1000 años de actividad.
Más allá de la historia
de la catedral, cabe destacar, además de su arquitectura (ya que las vidrieras
fueron destruidas), el reloj astronómico que hay en interior, que hace su
repertorio de 12h a 16h, a en punto cada hora. No esperéis nada magnificente
por parte del reloj, similar al reloj de la plaza vieja de Praha. No obstante,
lo que cabe destacar de este reloj, a parte de los 630 años que tiene, que la
mayoría de su maquinaria y engranajes sean de origen.
Cuando suena el reloj,
tienen lugar 19 movimientos automatizados según las secuencias siguientes:
Preludio: El
ángel de la izquierda gira el reloj de arena, el gallo canta y aletea, la
guardia suiza comienza a hacer su ronda, los ángeles de la galería tocan las
campanillas para empezar el himno, el ángel de la derecha bate el compás.
Anunciación:
En la habitación, Maria está orando, y el arcángel Gabriel entra para realizar
la anunciación. Entonces, la Virgen se vuelve para responderle mientras que una
paloma, el Espíritu Santo, desciende sobre ella.
En el
nicho central, arriba de las esferas aparece una pequeña silueta caracterizando
cada día de la semana.
Ya fuera de la catedral,
a su izquierda, podemos ver un jardín arqueológico, donde se pueden visitar unas
excavaciones, de antiguas ruinas, como las de Sainte-Croix y Saint-Etienne (con
la pila bautismal paleocristiana) Estas iglesias pertenecían al grupo
episcopal.
En la plaza de Saint-Jean, encontramos una hermosa fuente en la que se representa el bautismo de Cristo por San Juan Bautista.
Espero que hayas disfrutado la introducción a la catedral de Lyon, y si tenéis oportunidad, no dudéis en visitarla...
Tras la época romana, la ciudad se
convirtió en el centro del reino de Borgoña (470-474 y 534), lo que la localizó
en el centro del Renacimiento carolingio. Fue en los
tiempos de Carlomagno, cuando Lyon pudo encontrar la serenidad y la
prosperidad necesarias para crecer y convertirse de nuevo en referencia
estratégica y comercial.El dúo
clásico de la administración carolingia, el conde y el obispo, funcionó a la
perfección.Pero tras la desintegración
del imperio, Lyon quedó aislada de la Francia Occidental, a la postre origen de
la Francia actual. Es decir, que durante los sucesivos desmembramientos del
reino, Lyon quedó del lado de la Haute Bourgogne. Ya en los siglos IX y X, Lyon es víctima de
incursiones y saqueos por parte de los normandos la remontando el Ródano, y en
911 por los húngaros hicieron estragos en toda Borgoña. Ante toda esta
situación, Lyon quedó a la deriva quedando bajo la soberanía de una variedad de
reinos que la reclamaron en los años venideros.
A mediados del siglo XII, estaba gobernada por
los condes Forez y Roannez, quienes regían bajo la soberanía del emperador de
Alemania, aunque de una forma puramente nominal. La distancia propició que los condes y
arzobispos se disputaran la autoridad en la ciudad. Hasta que en 1173, el arzobispo
de Lyon fue reconocido por emperador, como poseedor de los derechossoberanos, lo que llevó a los lioneses a
distanciarse del Conde de Forez, y, lo que dejó en manos del poder eclesiástico
el gobierno de la ciudad. Con ello el arzobispado poseía el derecho a la
justicia, el derecho a acuñar moneda y derecho a formar tropas. Todo ello quedó
recogido en un tratado final, que establecía la división de las tierras y derechos:
el arzobispado se mantendría como el único dirigente en Lyon, sin poder compartir
su poder con los condes canónigos de Saint-Jean.
Bajo esta nueva tutela, la población lionesa
creció sobre los barrios actuales de la Presqu’Île (1er y 2ème arrondissements); crecimiento que estuvo tutorado por los mercaderes
de la ciudad, aunque éstos se exasperaban con las exigencias feudales o las del
arzobispo o las de los canónigos. Dichos
gravámenes provocaron que, dado que muchas ciudades poseían cartas francas
de comercio, como por ejemplo Forez y Beaujolais, ciudades más pequeñas que
Lyon, la actividad comercial se desplazara hacia estos núcleos, ya que les
brindaban mayor autonomía. La sensación fue que los lioneses encontraron que,
de nuevo, su ciudad quedaba de lado viendo como la prosperidad y la actividad
comercial se desplazaba.
Evidentemente, los burgueses y comerciantes
lioneses no estaban satisfechos con esta situación, quienes les costó más de un
siglo lograr su independencia. La cual se veía amenazada ante una probable
situación de ‘desaceleración económica’. La reacción por su parte no fue otra
que revelarse en contra de sus señores.Bajo el lema de la ciudad, "En avant Lion le melhor",
grito de batalla de los lioneses de 1269, saquearon bienes y masacraron campesinos,
bajo la tutela de los canónigos de Saint-Just y Saint-Jean. Además, resulta
anecdótico que el municipio haya conservado cuidadosamente este lema como advertencia...
Ya en 1292, y tras apelar al rey Felipe IV el
Hermoso, éste tomó a Lyon bajo su protección: anexionándola al reino bajo la
figura de ciudad estado. Para ello confiscó al arzobispo algunos de sus poderes
para impartir justicia.El Arzobispo,
a su vez, entregó los poderes administrativos a los burgueses. Todo esto lleva que ahora la ciudad queda gobernada
por "commune" (Syndical), constituido por comerciantes burgueses, elegidos
entre los notables y las familias ricas de Lyon.
Y finalmente, en 1312, Lyon se convierte en territorio
del reino de Francia, mediante el tratado que se celebró entre el municipio, el
arzobispo y el rey. Lo que volvió a provocar
un cambio en su gobierno, el cual quedó en manos de "los burgueses
del rey", categoría especial de sujetos que, exigían justicia en nombre del
rey, alcanzando su apogeo bajo Felipe el Hermoso. En verdad, se puede decir que
los “burgueses de rey” fueron los primeros en tener un estatus legal similar a
la del ciudadano moderno actual.
A la par que todo este devenir de
acontecimientos, Lyon fue sede importantes dos concilios, con largas estancias de
los Papas.
en 1245 en la
Catedral de Saint Jean, la cual se encontraba en fase de construcción, se pronunció
la excomunión del emperador Federico II de Hohenstaufen;
el segundo convocado por Gregorio X en 1274, tenía la
intención de restaurar la unidad deIglesias
de Oriente y Occidente, y la celebrar la cristianización de los tártaros.
En 1305, Lyon dio la bienvenida el Papa Clemente V, quien
se coronó en Saint-Just.
Y como últimas reseñas de estos años, destacar
que el convento de los dominicos fue construido sobre terrenos ubicados detrás
de la casa de los templarios.El
monasterio entero se extendía desde la posición actual de los jacobinos hasta
la plaza Bellecour.
Para la Guerra de los Cien Años (siglos XIV / XV)
la ciudad experimentó la escasez de alimentos y la destrucción y propias de la
época. Además, la peste negra de 1348,
que asoló Europa durante tres años, redujo en un tercio la población.
Una depresión económica agudizó la precaria
situación de la ya maltrecha ciudad, la cual pudo recuperar su equilibrio
demográfico y de prosperidad en la segunda mitad del siglo XV.
A finales de la Edad Media, Lyon volvía a ser
una ciudad próspera.
Próximamente, el Renacimiento.
P.D.
Quizás la dicción sea un poco telegrama o poco hilada, pero hijos míos, probar a meter 1000 años en 1000 palabras, a ver como hacéis para que salga algo hilado...
P.D.2
A la memoria de Luis I.Ch., amado y querido abuelo, nunca te olvidaremos. RIP
Maqueta de los asentamientos de Lugdunum izq - dcha : colina Fourvière, Croix-Rousee abajo: Presqu'Île - Île des Canabae
De forma categórica, se
puede afirmar que el hombre ha estado presente en Lyon por lo menos desde la época del Neolítico. Existen numerosos vestigios que así lo demuestran, particularmente
en el barrio de Vaise. Dando un salto en el tiempo, podemos encontrar rastros de una pequeña aldea celta, Condate, al borde del Saona, al pie
de la colina de la Croix-Rousse.
Como históricamente ha ocurrido durante la humanidad en cuestión de delimitación de territorios, se tomaron el Ródano y el Saona como fronteras naturales de territorios entre los pueblos celtas. Esto hizo que desde su origen, este territirio, y por ende, la ciudad haya sido una ciudad fronteriza, marcada por la importancia de tenían ambos ríos, como defensa y como vía de comercio. Con todo ello, hacia el año 61 AC, se datan los primeros rastros de actividad en la colina de Fourvière, que ya tenía vocación religiosa: los Ségusiaves (pueblo celta local) le llamaban Lugdunum, la colina (dunum) de Lug (dios cuervo) donde se encontraba el santuario dedicado a esta divinidad.
Como en el caso de Roma, la fundación de Lyon se debe a dos célebres personajes celtas, el druida Momoros y el rey Atepomaros. En el Tratado sobre los ríos "De fluviis" atribuida a Plutarco, se relata la creación de Lyon:
“El Arar es un río de la galia céltica, tan nombrado hasta su reunión con Ródano (...) Después de este río se eleva un monte llamado Lougdouno [-u?]; que cambió de nombre por la siguiente razón: Mômoros y Atépomaros, con el poder de Sésèroneus, vinieron sobre esta colina, obedeciendo a un oráculo, para fundar allí una ciudad. Mientras que se cavaba sus cimientos, de repente, aparecieron cuervos, volteando de todos los lados, que llenaron los árboles alrededor. Entonces Mômoros, experto en presagios, llamó esta ciudad Lougdounon. En efecto, en su dialecto, llamamos cuervo lougos y una eminencia dounon como lo recogió Clitophon, en el libro 13 sobre las fundaciones de las ciudades.
Planta de los restos romanos actuales en la colina de Fourvière
Durante este timpo, ya existía la convivencia entre los celtas y los romanos, quienes les habían conquistado las tierras litorales a Narbona, hacia el año 125 AC y así poseían las tierras litorales desde Narbona a Aix y del valle del Ródano hasta Viena. Fue entonces, en el año 58 AC, estando dicha provincia romana gobernada por Julio César, y bajo el pretexto de parar la progresión de los Helvéticos hacia la Galia atlántica que los romanos decidieron hacer Lyon su fuerte. Como las operaciones militares se tenían que llevar a cabo desde fuera de los territorios romanos, Lyon fue utilizada como base de abastecimiento para su guerra de las Galias. Para entonces, el campamento romano se estableció sobre la colina de Lugdunum (Fourvière). Y en el año 43 AC, el gobernador Munatius Plancus instaló allí a sus consjeros, los primeros colonos romanos, fundando así la colonia de Copia Félix (Abundancia feliz). Desde ese instante la vida en la ciudad empieza a cambiar, quedando modificada de forma clara en el s. I DC, cuando los emperadores romanos se interesaron por Lyon, e hicieron edificar aquí grandes monumentos.
Anfiteatro Romano - Colina de Fourvière
El emperador Claude, nacido aquí en el 10 AC, les concedió a los habitantes de Lyon los privilegios de la ciudadanía romana; quedando tal discurso grabado en el bronce de las célebres "Mesas claudiennes". Consecuentemente, y dada su creciente importancia, Lyon llegó a convirtirse en capital administrativa y religiosa de las tres Galias (Lionesa, Aquitania, Bélgica): y por ello, cada 1 de agosto, los delegados de las 60 ciudades galas se reunían en Lugdunum para asegurar a Roma su fidelidad.
Restos del Acueducto.
Así, durante este período de la historia de Lyon, el devenir hizo que sobre la colina de Fourvière ("Forum vetus", viejo foro) se desarrollara una ciudad galorromana, comerciante y prospera, que atraía a muchos extranjeros, italianos y habitantes de Asia Menor, de Frigia sobre todo, hogar del cristianismo, pero también patria de culto a los misterios: el de Cybèle y Attis. Cybèle permitía la resurrección a sus iniciados cuando renacía Attis, cada equinoccio de primavera. Este culto llegó a tomar en Lyon una gran importancia. Son sin duda los fieles de Cybèle quienes pusieron en marcha la persecución de los Cristianos en 177 (en el curso de la cual perecieron santo Pothin y santa Blandine), porque su alegre fiesta del renacimiento de Attis coincidía aquel año con Viernes Santo. Posiblemente creyeron que el duelo de los Cristianos mártires sería una ofensa a Cybèle, y alertando a las autoridades romanas, se desembarazaron de la comunidad cristiana, minoritaria en Lyon.
Restos de Acueducto
Mientras tanto, al pie de la colina, se vivía una frenética actividad, principalmente comercial, atraída por los puertos del Saona; junto a los cuales se podía apreciar que ricas residencias lindaban con los almacenes de aceite y de vino.
En 196, cuando la dirección del imperio romano se debatía entre dos emperadores, Lyon decidión ponerse del lado de Albin. Septime-Sévère, vencedor de la reválida por el título de Cesar, saqueó la ciudad como represalia. Quedando importancia política de Lyon debilitada, en provecho de Tréveris y de Arles, ya en el s. III. Las incursiones de los Francos y de los Alemanes, así como de los Bagaudas (campesinos bandoleros), la destrucción de los acueductos, terminaron de arruinar a la ciudad durante los siglos IV / V.
Mausoleo romano
En estas las circunstancias, la ciudad decidió escoger un nuevo emplazamiento al pie de la colina de Fourvière, a lo largo
de Saona, para que la ciudad pudiera seguir con su vida. Es por ello que la colina de
Fourvière queda ‘deshabitada’ por un tiempo, reencontrando su vocación
religiosa (y su rol urbano), ya en el s. XII, cuando se funda una capilla en
honor de la Virgen Maria y de Santo Thomás, relato que más adelante describiré.
Aunque el casco urbano queda considerablemente reducido, la vida continúo, los
intercambios comerciales a larga distancia se mantenían. Incluso, cuando se
llegó al desfallecimiento de las instituciones del Estado galorromano, la
autoridad episcopal las tomó las riendas de la ciudad, para que ésta no perdiera sus actividades.
Ya hacia finales del s.V, los sucesores de Pothin (antiguo
obispo cristiano mártir de la ciudad) se mostraron ardientes defensores de la
fe y de lioneses, en contra Burgondes (tribus gérmánicas). Éstos se posicionaron de forma activa para repeler una posible invasión, aprovechando esta época para cubrir la ciudad de edificios religiosos. Aunque, con el declive romano, entre 470 y 474, las
tribus Burgondes no encontraron oposición, emprendiendo la conquista de un vasto reino, haciendo de Lyon
una de sus capitales.
Ya, entre el s.VI y el s.VIII, Lyon sufre la
dominación de los Francos, perdiendo su papel de capital (porque había sido
favorable para el enemigo Burgondes), así como su importancia demográfica y
económica.
Fin
Perdón por si encontráis algún
error de dicción. Por otro lado, la historia romana de Lyon es sumamente rica y extensa, como para que la resuma en una entrada del blog. La ciudad goza de
gran actividad durante casi toda la época del imperio romana. Historia que
merece ser profundizada, pero eso ya son deberes que os dejo para casa.
Dado que hoy ha sido un día muy telefónico, creo que me voy a relajar un poquito escribiendo sobre esta ciudad, como prefacio a desgranar su historia.
La idea es, que a través de sucesivas y breves entradas, relatar su historia, de forma amena, a fin de poder conocer mejor mi nuevo entorno y compartirlo con vosotros. Para que no sea todo, estudiar francés, llamaditas de teléfono y/o entrevistas...
Por cierto, esta semana...
I'm on fire, ladies!!! My phone's burnin'!!!
Bueno, empezaremos con una entrada en plan 'estado del arte', y luego poco a poco, cubriremos las distintas etapas de la vida de la ciudad, a saber:
- Lugdunum, la época romana,
- Lyon Medieval,
- El renacimiento el cual se deja ver bastante en el Vieux Lyon,
- el Clásico,
- y el s XIX.
Los lioneses se asientan sobre el valle del Ródano, situado entre el macizo Central y el macizo Alpino, desde donde pueden vigilar atentamente el paso norte-sur de los europeos. Quizás por ello, fue nombrada capital de la Galia, durante la ocupación del imperio romano.
Ya durante la Edad Media, la ciudad se hizo famosa por sus ferias, llegando a ser reconocida como emplazamiento financiero de 1er orden durante el renacimiento, lo cual trajo consigo prosperidad, sobre todo por medio del comercio de la seda.
Todo esto, nos lleva a que Lyon haya sido considerada históricamente una ciudad industrial, siendo foco para la sede de numerosas empresas, tanto por su historia como por su localización.
No obstante, también se trata de una ciudad llena de cultura, puesto que se trata de la 2ª ciudad universitaria de Francia, con hasta 3 universidades (Claude Bernard - Lyon 1, Lumière - Lyon 2, et Jean Moulin - Lyon 3), a lo que hay que sumarle la presencia de diversas 'Grandes Écoles'. A todo ello le acompaña su herencia arquitectónica, que va desde la época romana - con los anfiteatros próximos a la basílica de Fourvière, visita muy recomendable - pasando por el Renacimiento - cuyos rastros se hayan muy presentes en los barrios más históricos de la villa - hasta la historia más reciente, todos ello Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO.
En población, hablaríamos de la 3ª ciudad francesa (~500k hab), pero que si considera como una conurbación, con los núcleos adyacentes (Villeurbanne...), es el 2º centro urbano del país (~1,5M hab).
Para finalizar la descripción de la ciudad, como nota, la cita del crítico literario Albert Thibaudet, con la que pretendía denotar la importancia de Lyon en el país:
"Si Paris es la capital de Francia, Lyon es la capital de la Provincia"
Bueno, ahora toca la despedida, pero no sin antes recordar que en unos días tendremos el relato de la Lyon romana, ligado con la visita que hicimos la Happy Family a dichos anfiteatros, y algún detallito más...
Bueno, después de unos días de ensueño con mis niñas, os dejo uno de los lugares que hemos visitado:
La basílica de N.D. de Fourvière.
Ya desde la mas temprana antigüedad, la colina de
Fourvière fue uno de los emplazamientos más importantes de la ciudad. Durante la época
de los romanos, éstos construyeron aquí su foro, donde tenía lugar la vida pública de la ciudad, Lugdunum, y donde
los ciudadanos venían a tratar sus asuntos, tanto políticos como judiciales.
Ya tiempo después, durante la Edad Media, la colina se convirtió en un santuario, y en 1168 se construyó una pequeña capilla,
sobre las ruinas del Foro Romano. Esta capilla, fue primero dedicada a
Santo Tomás y posteriormente a la Virgen, aunque sufrió bastante durante su existencia, tanto derribos como reconstrucciones.
En el siglo XVII, este cerro volvió a tomar relevancia
de nuevo en la ciudad. Mientras la peste hacía estragos en la región, los lioneses prometieron a la virgen peregrinar a la capilla de Fourvière, si la epidemia se detenía. Dado que la plegaria fue escuchada, se realizó la procesión, repitiéndose ésta anualmente, como conmemoración a dicho hito. A lo largo de los años, las peregrinaciones se tornaron cada vez más multitudinarias y hasta el punto de que las capillas se quedaron pequeñas, por lo que hubo necesidad de ampliarlas. Cabe destacar que aún hoy en día el alcalde de Lyon y sus concejales renuevan dicha promesa.
En 1830, el campanario de la capilla se
encontraba en ruinas, por lo que se decidió terminar de demolerlo. Cuando se decidió reconstruirlo,
se propuso coronarla con una estatua de oro. La inauguración de ésta estaba prevista
para el 8 de septiembre de 1852, fiesta de la Natividad de la Virgen, pero unas
fuertes lluvias provocaron inundaciones en el taller del escultor y éste se vio obligado a posponer dicha inauguración al 8 de diciembre. Finalmente la estatua se colocó en su lugar,
pero el tiempo seguía sin acompañar, y los festejos previstos, tales como
fuegos artificiales, no podían llevarse a término. Entonces, de forma espontánea, los
lioneses, por devoción a la Virgen, pusieron farolillos en sus ventanas durante un
momento de calma en la noche a fin de iluminar el momento y festejar la culminación del campanario. En este evento tiene origen la fiesta de las
luces de la ciudad, cada 8 de diciembre.
Años más tarde, durante la guerra franco-prusiana, los
lioneses se rogaron a la Virgen quedar a salvo de los ataques de los ejércitos invasores, a cambio de ampliar el santuario. En el instante en que se constató que se cumplió este ruego, se colocó la primera
piedra de la actual Basílica. Sin embargo, no fue hasta 1964, que se completaron sus interiores, con sus mosaicos, esculturas y vidrieras. Y ya en 1897, tuvo lugar el acto oficial que la constituía como basílica, acto llevado a cabo por el Papa León XIII.
Como detalle de su importancia cultural, cabe citar que la basílica de Fourvière se localiza en el interior del barrio
de Vieux Lyon, barrio catalogado como Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO desde
1998.
Sin lugar a dudas, se trata de un
referente turístico de primer orden dentro de la región de Rhône-Alpes. Os dejo un vídeo para que veáis con mayor detalle la magnificencia de este monumento: