sábado, 14 de abril de 2012

LUGDUNUM


Maqueta de los asentamientos de Lugdunum
izq - dcha : colina Fourvière, Croix-Rousee
abajo: Presqu'Île - Île des Canabae
De forma categórica, se puede afirmar que el hombre ha estado presente en Lyon por lo menos desde la época del Neolítico. Existen numerosos vestigios que así lo demuestran, particularmente en el barrio de Vaise. 
Dando un salto en el tiempo, podemos encontrar rastros de una pequeña aldea celta, Condate, al borde del Saona, al pie de la colina de la Croix-Rousse.

 Como históricamente ha ocurrido durante la humanidad en cuestión de delimitación de territorios, se tomaron el Ródano y el Saona como fronteras naturales de territorios entre los pueblos celtas. Esto hizo que desde su origen, este territirio, y por ende, la ciudad haya sido una ciudad fronteriza, marcada por la importancia de tenían ambos ríos, como defensa y como vía de comercio. Con todo ello, hacia el año 61 AC, se datan los primeros rastros de actividad en la colina de Fourvière, que  ya tenía vocación religiosa: los Ségusiaves (pueblo celta local) le llamaban Lugdunum, la colina (dunum) de Lug (dios cuervo) donde se encontraba el santuario dedicado a esta divinidad.

Como en el caso de Roma, la fundación de Lyon se debe a dos célebres personajes celtas, el druida Momoros y el rey Atepomaros. En el Tratado sobre los ríos "De fluviis" atribuida a Plutarco, se relata la creación de Lyon:
“El Arar es un río de la galia céltica, tan nombrado hasta su reunión con Ródano (...) Después de este río se eleva un monte llamado Lougdouno [-u?]; que cambió de nombre por la siguiente razón: Mômoros y Atépomaros, con el poder de Sésèroneus, vinieron sobre esta colina, obedeciendo a un oráculo, para fundar allí una ciudad. Mientras que se cavaba sus cimientos, de repente, aparecieron cuervos, volteando de todos los lados, que llenaron los árboles alrededor. Entonces Mômoros, experto en presagios, llamó esta ciudad Lougdounon. En efecto, en su dialecto, llamamos cuervo lougos y una eminencia dounon como lo recogió Clitophon, en el libro 13 sobre las fundaciones de las ciudades.

Planta de los restos romanos actuales en la colina de Fourvière
Durante este timpo, ya existía la convivencia entre los celtas y los romanos, quienes les habían conquistado  las tierras litorales a Narbona, hacia el año 125 AC y así poseían las tierras litorales desde Narbona a Aix y del valle del Ródano hasta Viena. Fue entonces, en el año 58 AC, estando dicha provincia romana gobernada por Julio César, y bajo el pretexto de parar la progresión de los Helvéticos hacia la Galia atlántica que los romanos decidieron hacer Lyon su fuerte. Como las operaciones militares se tenían que llevar a cabo desde fuera de los territorios romanos, Lyon fue utilizada como base de abastecimiento para su guerra de las Galias. Para entonces, el campamento romano se estableció sobre la colina de Lugdunum (Fourvière). Y en el año 43 AC, el gobernador Munatius Plancus instaló allí a sus consjeros, los primeros colonos romanos, fundando así la colonia de Copia Félix (Abundancia feliz). Desde ese instante la vida en la ciudad empieza a cambiar, quedando modificada de forma clara en el s. I DC, cuando los emperadores romanos se interesaron por Lyon, e hicieron edificar aquí grandes monumentos.

Anfiteatro Romano - Colina de Fourvière
El emperador Claude, nacido aquí en el 10 AC, les concedió a los habitantes de Lyon los privilegios de la ciudadanía romana; quedando tal discurso grabado en el bronce de las célebres "Mesas claudiennes". Consecuentemente, y dada su creciente importancia, Lyon llegó a convirtirse en capital administrativa y religiosa de las tres Galias (Lionesa, Aquitania, Bélgica): y por ello, cada 1 de agosto, los delegados de las 60 ciudades galas se reunían en Lugdunum para asegurar a Roma su fidelidad.
Restos del Acueducto.
Así, durante este período de la historia de Lyon, el devenir hizo que sobre la colina de Fourvière ("Forum vetus", viejo foro) se desarrollara una ciudad galorromana, comerciante y prospera, que atraía a muchos extranjeros, italianos y habitantes de Asia Menor, de Frigia sobre todo, hogar del cristianismo, pero también patria de culto a los misterios: el de Cybèle y Attis. Cybèle permitía la resurrección a sus iniciados cuando renacía Attis, cada equinoccio de primavera. Este culto llegó a tomar en Lyon una gran importancia. Son sin duda los fieles de Cybèle quienes pusieron en marcha la persecución de los Cristianos en 177 (en el curso de la cual perecieron santo Pothin y santa Blandine), porque su alegre fiesta del renacimiento de Attis coincidía  aquel año con Viernes Santo. Posiblemente creyeron que el duelo de los Cristianos mártires sería una ofensa a Cybèle, y alertando a las autoridades romanas, se desembarazaron de la comunidad cristiana, minoritaria en Lyon.

Restos de Acueducto
Mientras tanto, al pie de la colina, se vivía una frenética actividad, principalmente comercial, atraída por los puertos del Saona; junto a los cuales se podía apreciar que ricas residencias lindaban con los almacenes de aceite y de vino.

En 196, cuando la dirección del imperio romano se debatía entre dos emperadores, Lyon decidión ponerse del lado de Albin. Septime-Sévère, vencedor de la reválida por el título de Cesar, saqueó la ciudad como represalia. Quedando importancia política de Lyon debilitada, en provecho de Tréveris y de Arles, ya en el s. III. Las incursiones de los Francos y de los Alemanes, así como de los Bagaudas (campesinos bandoleros), la destrucción de los acueductos, terminaron de arruinar a la ciudad durante los siglos IV / V. 
Mausoleo romano
En estas las circunstancias, la ciudad decidió escoger un nuevo emplazamiento al pie de la colina de Fourvière, a lo largo de Saona, para que la ciudad pudiera seguir con su vida. Es por ello que la colina de Fourvière queda ‘deshabitada’ por un tiempo, reencontrando su vocación religiosa (y su rol urbano), ya en el s. XII, cuando se funda una capilla en honor de la Virgen Maria y de Santo Thomás, relato que más adelante describiré. Aunque el casco urbano queda considerablemente reducido, la vida continúo, los intercambios comerciales a larga distancia se mantenían. Incluso, cuando se llegó al desfallecimiento de las instituciones del Estado galorromano, la autoridad episcopal las tomó las riendas de la ciudad, para que ésta no perdiera sus actividades.

Ya hacia finales del s.V, los sucesores de Pothin (antiguo obispo cristiano mártir de la ciudad) se mostraron ardientes defensores de la fe y de lioneses, en contra Burgondes (tribus gérmánicas). Éstos se posicionaron de forma activa para repeler una posible invasión, aprovechando esta época para cubrir la ciudad de edificios religiosos. Aunque, con el declive romano, entre 470 y 474, las tribus Burgondes no encontraron oposición, emprendiendo la conquista de un vasto reino, haciendo de Lyon una de sus capitales. 

Ya, entre el s.VI y el s.VIII, Lyon sufre la dominación de los Francos, perdiendo su papel de capital (porque había sido favorable para el enemigo Burgondes), así como su importancia demográfica y económica.

Fin

Perdón por si encontráis algún error de dicción. Por otro lado, la historia romana de Lyon es sumamente rica y extensa, como para que la resuma en una entrada del blog. La ciudad goza de gran actividad durante casi toda la época del imperio romana. Historia que merece ser profundizada, pero eso ya son deberes que os dejo para casa.

Un saludo,

Fuentes:
http://www.ryjek.blogspot.fr/ -> Visitas guiadas

1 comentario:

  1. Cuanta información en tan poco espacio!!! Estas ruinas hay que investigarlas con calma... Lyon tiene mucha historia!!! Menuda pasada...

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